Christophe Martinot

Los 5 errores a evitar cuando se redactan OKRs

Unos OKRs claros es fundamental para poder ejecutarlos de manera satisfactoria. De esta manera, los empleados sabrán que objetivo están persiguiendo y cuál es el resultado, además de facilitar la organización del trabajo y el seguimiento de los avances.

Pero, ¿sabes qué errores tienes que evitar al redactarlos? A continuación, te mostramos los más destacados.

Los cinco errores que debes evitar

El espíritu de la metodología OKR (objetives and key results / objetivos y resultados clave) es el de facilitar la gestión estratégica, en el que se identifica lo que se quiere lograr y un método de seguimiento. Así, es posible coordinar el trabajo de varios grupos y orientarlos a una meta concreta que conocerán en todo momento. Por lo tanto, haz todo lo posible no caer en estos errores.

1. No definir una estrategia clara

La estrategia tiene que estar clara, sobre todo, en cuanto a organización y prevención. Al no disponer de una, los OKR no se alinearán con ella de manera adecuada y no cumplirán con el fin que se supone que deberían alcanzar. Además, tampoco existirían formas de prevenir la aparición de problemas. Por lo tanto, no emplees este tipo de objetivos a la ligera.

También puede darse el caso en el que los OKR no se alinean con la estrategia. Al implantarlos, es posible olvidar el marco en el que se deben incluir. En consecuencia, perderían su impacto o se generarían indicadores en cascada, en especial si los fija la dirección, y no se conseguirán los objetivos deseados. Por ello, efectuar una correcta alineación es de vital importancia.

2. OKR mal definido

En muchos casos, un OKR no se define de manera adecuada, ya que no se tienen en cuenta a las personas de la organización. Concretamente, el problema surge porque no se diseña para un grupo específico y adaptado a sus capacidades. Por consiguiente, procura consultar a los empleados para lograr un mejor diseño. Así, se sentirán más motivados.

En ese sentido, la implicación es un factor que no debes olvidar. Para ello, los trabajadores tienen que participar en el desarrollo de los OKR que les afecten para que aporten soluciones o mejoras. Además, debes disponer de una metodología de trabajo ágil para garantizar que la información fluya. De esta manera, los equipos ganan en cohesión y rapidez a la hora de cumplir sus objetivos.

3. OKR sin responsable

Durante el proceso de definición, se debe establecer quién será el responsable de conseguir el objetivo. Puede ser tanto una persona como un equipo o una unidad. En cualquier caso, su cometido será el de establecer las acciones que permitirán alcanzar el OKR. Si no actúas de esta manera, es muy probable que el objetivo no llegue a cumplirse, lo que derivará en un problema más grave.

4. Demasiados OKR

Un OKR ha de disponer de un valor claro para el negocio y centrarse en asuntos importantes. Si utilizas demasiados, estarías diluyendo su efectividad y las personas que componen los equipos de trabajo podrían verse desbordadas. De este modo, el problema que tendrías que solucionar sería mucho mayor y afectaría a la productividad.

Para evitar este error,te recomendamos que redactes entre tres y cinco. Cada uno tiene que resultar significativo, al mismo tiempo que hacer avanzar a la empresa. Al confeccionarlos de esta forma, los equipos se esforzarán por perseguir unos objetivos relevantes. Y si, además, empleas una metodología ágil WOW, consigues que su responsabilidad aumente.

5. No hacer un seguimiento

El seguimiento de los OKR es vital para que se cumplan. Pese a esto, es habitual que no se tenga en cuenta este detalle. Por lo tanto, debes prestar atención a lo que se quiere conseguir, cómo lograrlo y por qué. El control se efectuará a todos los niveles organizativos y no existirá solo la figura del responsable, sino que habrá otras que confirmarán que el objetivo se está cumpliendo.

Sin embargo, no caigas en el error de centrarte en cumplir a toda costa los OKR. Su cometido es el de mejorar toda la organización de manera continua y funcionan como un reto que espolea el trabajo de los equipos y empleados. Tan importante es el proceso como la meta.

En ese sentido, las metodologías como la agile WOW te resultarán de gran ayuda, ya que permite que los equipos encuentren una forma de trabajar ajustada a sus particularidades. Esta les ayudará a cumplir sus OKR sin contratiempos y con fluidez, además de distribuirse las responsabilidades de una manera más efectiva. De este modo, conseguirán unos mejores resultados o no dejarán de lado sus objetivos y, además, los alcanzarán en tiempo y de manera satisfactoria. Como consecuencia, su labor contribuirá a que la empresa siga avanzando positivamente.

En definitiva, redactar los OKRs de manera correcta es fundamental para que resulten efectivos. Para lograrlo, procura utilizar los conceptos adecuados, ajustarlos a cada equipo y que escalen con el tiempo.

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