Elegir el marco Agile adecuado es importante. Cuando quieras aplicar esta metodología en tu equipo de marketing, tienes que adaptarla. Ninguna de ellas es perfecta, pero esto no es un gran obstáculo. Cada grupo es un mundo que debe aprovechar sus cualidades. ¿Cómo actuar para alcanzar el éxito? Descubre las claves a continuación.
El marco Agile más adecuado
La metodología Agile no es monolítica. Existen muchas variantes que aplicar en tu equipo. Han nacido en el mundo de la informática, pero puedes sacarles partido en el marketing. Las más comunes de ellas enfoca el trabajo de una manera diferente, por lo que merece la pena conocerlas.
- Scrum. A la hora de visualizar el flujo de trabajo, se emplea un tablero. Opta por la planificación de las tareas y las revisiones. Las iteraciones se realizan con base en sprints, la colaboración es clave para efectuar las tareas y hay tres roles definidos. Son el equipo de desarrollo, el Scrum Master y el Product Owner.
- Kanban. Por su parte, el método de visualización del trabajo es el mismo que en el Scrum. Pese a esto, los roles no están determinados y las iteraciones se efectúan en un flujo continuo. Las tareas se llevan a cabo en grupo, salvo que sea necesario especializarse. Además, el marketing backlog solo se efectúa en tiempo de refinamientos.
- Scrumban. Es un modelo híbrido que mezcla características de los anteriores, aunque aportando sus novedades. Los roles, salvo el equipo, se crean cuando son necesarios, al igual que la implementación de los cambios. El backlog se efectúa igual que en el Kanban.
¿Por qué apostar por un marco híbrido?
Como ya sabes, ninguno de los marcos es perfecto. Tampoco pretenden serlo, ya que son aproximaciones para mejorar el flujo de trabajo. Entonces, ¿cómo elegir el más adecuado? Optar por un modelo híbrido es una solución muy acertada . Cada equipo de marketing trabaja de una manera distinta, algo que depende de todo tipo de factores.
Las particularidades de la empresa afectan, al igual que el carácter y preferencias de los miembros del equipo. Ante esta realidad tan específica, las fórmulas rígidas no encajan muy bien. Pero nada te impide seleccionar los elementos que más necesitas de cada una. Aquí es donde surge el modelo híbrido, que empieza a implantarse a través del mindset. Es importante que cada integrante se mentalice del cambio en la forma de trabajar.
Una vez aceptado que es necesario un cambio, toca empezar a diseñar el marco adecuado. Sin embargo, enfrentarse a este proceso puede resultar complicado la primera vez. Ten en cuenta estas recomendaciones. Te ayudarán a mantener el buen rumbo.
Establece los elementos básicos del marco
En estos primeros momentos, debes elegir los eventos, artefactos y roles más adecuados con respecto a los eventos. La referencia siempre será tu equipo y la situación que os encontréis. Cada marco cuenta con los suyos propios, por lo que es recomendable revisarlos. Tras esto, necesitas planificar cómo afrontar el trabajo del día a día.
Quizás os interese definir y priorizar cada tarea para ejecutarlas en un periodo de tiempo determinado. Es la aproximación que te aporta el marco Scrum. Puedes adaptarlo a las necesidades de tu organización sin problema. Así, consigues una gran flexibilidad a la hora de afrontar un proyecto. También hay que dejar claro cómo se revisará el avance de las tareas. Una manera adecuada consiste en preguntarse qué hice ayer, qué he hecho hoy y qué obstáculos he tenido. Al final, verifica todo lo realizado en ese día.
Establecer el marketing backlog
El marketing backlog es la priorización del trabajo que aún queda por hacer. Como bien sabes, los proyectos de gran tamaño no pueden abarcarse en su totalidad. Sería abrumador. Por tanto, se deben descomponer en tareas que efectuar en un periodo de tiempo determinado. De esta manera, las tareas más valiosas precederán a las que lo son menos y se ejecutarán en ese orden.
El tablero físico o visual
Si bien no lo es todo en las metodologías Agile, el tablero es de gran utilidad. Ayuda a que tu equipo visualice el estado del trabajo y su flujo. Sabrán qué tareas se han completado, las que están en curso y las que aún hay que cumplir. Es una herramienta de una utilidad incalculable y que facilita la coordinación. No dudes en adaptarla para tu equipo.
El trabajo en curso
Por último, controlar el trabajo en curso es fundamental. Aparte de priorizarlo para actuar de manera eficiente, hay que acotar las tareas. Es decir, cada una tiene que estar relacionada con un tiempo de ejecución en el que acabarse. De lo contrario, las actividades podrían alargarse hasta el infinito y no completarse.
En definitiva, gracias al marco Agile ganas en efectividad. El híbrido ayuda a tu equipo, ya es muy sencillo de adaptar a sus necesidades particulares. Necesitarás un tiempo para conseguir el mindset adecuado, pero en AgileMarketing4all podemos ofrecerte el asesoramiento que necesitas. ¡Consulta nuestros programas de formación !
